Hace ya algunos años en un lugar, llamado Candanedo, se celebraba una fiesta de esas que reunía a todos para bailar y disfrutar de un día festivo. Atraía a mozos y supongo que a mozas de otros pueblos con los que relacionarse.
Venían en bicicleta, en burro o incluso andando, pero la bervena no se la perdían aunque hubieran estado todo el día trillando.
Supongo que era la única forma de cortejar a las mozas y quedar para hablar del futuro en el riachuelo o en cualquier otro lugar apartado.
La orquesta, en ocasiones con sólo dos músicos, era capaz de hacer mover el cuerpo a ritmo de rumba, paso doble o lo que tocara en ese momento, a todo el que tuviera una pareja para bailar.
Aunque la calle estaba un poco polvorienta con todo el bailoteo, se lo pasaban genial.
Según tengo entendido, esta foto fue tomada hace muchos años en Candanedo desde el reguero. Los que de Candanedo son conocen el lugar y a estas gentes.
